LOS NUEVOS INQUISIDORES CULTURALES

Siempre me pareció excelente el método foucaultiano de genealogizar históricamente las prácticas humanas, en el cual, para rastrear sus orígenes, era necesario indagar profundamente la historicidad en la que dichas prácticas se desenvolvieron hasta llegar hasta nuestros días haciéndose carne en los discursos cristalizados y naturalizados en la cosmovisión de muchas personas. En ese sentido, es posible argumentar que uno de los posibles orígenes de aquel visceral desprecio hacia los movimientos de liberación cultural feministas, pueden rastrearse hasta la propia edad medieval, donde las discursos de los poderes eclesiásticos tenían un control hegemónico casi exclusivo sobre las dimensiones materiales y simbólicas de la cultura europea-occidental. Y a la manera del propio Foucault, en tanto arqueólogo de las narrativas humanas, es posible encontrar fragmentos escritos que nos permiten tener una pequeña pero clara idea de la percepción que tenían en el medioevo sobre las m...