SE DECIDE SOBRE EL FUTURO DE BRASIL Y DE SUDAMÉRICA
Son tiempos de incertidumbre, de reflujos y de contramarchas, pero en medio de la oscuridad es posible atisbar algunos chispazos de esperanza. De manera subterránea se comienzan organizar las resistencias regionales. De cualquier forma este domingo 7 de octubre será un día decisivo para el futuro del continente. Millones de brasileños tendrán que elegir entre Bolsonaro, el candidato de la ultraderecha y Haddad, el representante del Partido de los Trabajadores elegido por el propio Lula para sucederlo.
Nuevamente las opciones representan dos modelos de gobernanza diametralmente opuestos. Bolsonaro, representante del fascismo prodictadura, librecambista y conservador, y como no podía ser de otra manera, apoyado por parte de las fuerzas militares, alabado por la gran corporación multimediática del Grupo Globo (El Grupo Clarín brasileño) y protegido por una parte corrompida del poder judicial; y Haddad, representante del neodesarrollismo progresista que logró con Lula sacar a casi 30 millones de brasileños al mismo tiempo que logró colocar a Brasil en la séptima potencia económica del planeta.

En el caso de Brasil, la corte suprema, compuesta por una mayoría automática muy cuestionada, fue quien rechazó la candidatura de Lula incluso contrariando las recomendaciones de los organismos internacionales de Derechos Humanos. Por lo que finalmente Haddad, ex ministro de educación y posteriormente gobernador de São Paulo, fue elegido para representar al Partido de los Trabajadores. Lo que suceda este domingo en Brasil no solo determinará el futuro de una de las naciones más grandes y extensas del planeta sino que también repercutirá en el devenir de las fuerzas conservadoras y progresistas en toda la región. Todo el mundo mira hoy a Brasil.
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