LIBERALISMO ECONÓMICO, MERITOCRACIA Y NECROPOLÍTICA

El discurso del politólogo Íñigo Errejón Galván, muestra y demuestra cómo la necro-política (Achille Mbembe, 2003), en tanto gestión que administra la miseria de los pueblos, combina  una política conservadora basada en "los valores" y el merito con un liberalismo económico basado en el principio de la tasa de ganancia sobre cualquier otra consideración ética.

La economía se convierte así en un fin en el que la sociedad de convierte en el medio de su reproducción, es decir, la economía se subjetiva en la medida que los sujetos son cosificados. Esto es la esencia de la necro-política, que tiene en la acumulación de la mercancía su fetiche principal en detrimento de la salud física y mental de las comunidades.

Mientras que una praxis política progresista e inclusiva subvierte el canon economicista teniendo como fin último no la ganancia sino el bienestar simbólico y material de los pueblos. Esta distinción se constata empíricamente a partir de los índices de desarrollo humano que revelan los efectos concretos de estas políticas sobre la calidad de vida de las personas. 

La diferencia entre una política y otra es sustancial. Pero los hechos nunca tienen fuerza por si mismos. Las interpretaciones del poder dominante siempre buscarán tergiversar la empírica de la constatación, sencillamente porque significa una afrenta a sus intereses individuales de acumulación. 

Es  necesario entonces estudiar los mecanismos de alienación socio-cultural y psíquica para revertir lo antes posible los efectos necro-políticos de nuestro paradigma civilizatorio antes de que sus efectos terminen haciendo de la vida y del mundo un desierto.