INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y CONQUISTA DE NUESTRO INCONSCIENTE COLECTIVO
Desde hace varios siglos las guerras eran
generadas para ganar riqueza y ocupar tierras, pero ahora en el siglo XXI, la
propiedad intelectual del conocimiento humano representa también una fuente de riqueza ilimitada. En
este contexto, China está acaparando la propiedad intelectual de los EE.UU. Pero
para comprender realmente lo que sucede actualmente repasemos como los
norteamericanos monopolizaron la información planetaria. En un primer momento
fueron los “yanquis” (término
popularizado por los holandeses), los que comenzaron a saquear la propiedad
intelectual de todos los imperios europeos del siglo XX. Posteriormente, un
puñado minoritario de élites occidentales comenzó a imprimir derechos de
propiedad intelectual de forma análoga al proceso de impresión de dólares,
generando así un tipo de oligarquía simbólica-intelectual. Finalmente, a partir
del monopolio de los instrumentos mediáticos de difusión masiva de signos y de
la acumulación del poder tecno-político en el armado de una superestructura
comunicacional global, comenzó una lucha por el control del acceso cognitivo a
la información mundial. Mientras que vos estás pensando que tenés la propiedad de
todas tus producciones simbólicas, en realidad no te diste cuenta que la gran
mayoría está contenida en la famosa “nube” y de hecho tenés que abonar a una empresa
para que te siga permitiendo tener acceso a esta fuente digital
inconmensurable.
Es por eso que la interconexión intersubjetiva planetaria
desplegada a partir de las nuevas tecnologías informáticas y cibernéticas
constituye el nuevo botín de guerra de las principales potencias hegemónicas.
La lucha por el acceso a la información constituye el nuevo campo de batalla
del siglo XXI, que consiste en conseguir una cuota de control mental, de patrones
bio-digitales inconscientes, de memes en red y de mercado que
implica hacer que la mayoría de las personas tenga que pagar una cuota mensual para
acceder a sus propias producciones mentales y experienciales. Esto es posible
gracias al progresivo descentramiento de los esfuerzos cerebrales para procesar información y la creciente prescindibilidad de nuestra memoria
cognitiva en el almacenamiento de nuestros recuerdos vitales, generando un
proceso de externalización mental donde comenzamos a volcar nuestros recursos mentales en
dispositivos y programas de almacenamiento y procesamiento digital
artificiales. Estos backus de
nuestras propias producciones mentales están interconectados en una red cibernética
global o nube digital que conserva y administra una inconmensurable base de datos
que acumula todo el saber producido por la humanidad durante miles de años. Constituye
una mente colmena, una colosal producción colectiva. Y es esa mente colmena lo que
las principales potencias hegemónicas quieren controlar.
China está desarrollando un modelo de
inteligencia artificial que le permitirá convertirse en la principal potencia ciber-hegemónica
en plena era de la expansión de las tecnologías informáticas. Al mismo tiempo,
los principales centros de investigación en el campo de las tecnologías computacionales
intentan desarrollar lo que se conoce como la computadora cuántica, un
multiprocesador fractal que tendría una capacidad de procesamiento inimaginable.
Los nuevos modelos de inteligencia artificial tendrán capacidad de aprendizaje
y de inventiva a partir de los datos prexistentes en la nube global, dando
origen a un nuevo tipo de inteligencia cuántica digital en red. Las principales
potencias están en una guerra por la conquista del subconsciente colectivo. Por
eso si te levantás con dolor de cabeza es porque China y EE.UU están librando una
batalla en tu mente.
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