NUESTRA ESTÚPIDA INDIFERENCIA: ¿La Universidad fomenta la Cretinización de Alto Nivel?
Las instituciones del saber están atravesando una crisis profunda. Las contradicciones del sistema se rebelan ahora con mayor claridad. Los paradigmas tradicionales sobre el padecimiento subjetivo se resquebrajan ante las demandas de nuevas épocas. En este contexto, una práctica innovadora ha sido reducida a una técnica estereotipada, petrificada, sin lugar para la creación. La ortodoxia borra el espacio para la imaginación, pontifica que el pasado determina absolutamente el presente, ritualiza la diversidad (Horntein, L., 2007).

La opinión de quienes ocupan puestos de poder en nuestra sociedad, no son liviandades que deben ser tomadas a la ligera, ya que cada pensamiento refleja el calibre potencial de sus propias acciones. Estos acontecimientos interpelan a nuestras instituciones del saber, interpelan a nuestros profesionales, a nuestros estudiantes. Nos hace preguntarnos no solo sobre que tipo de profesionales estamos formando en la universidad, sino que tipo de ciudadanía se construye entre los integrantes de una sociedad organizada. Todos hablan de una pedagogía integral, de una cosmovisión plural, pero todavía gran parte de la enseñanza académica sigue los lineamientos de pedagogías irreflexivas, plagadas de un eurocentrismo totalmente naturalizado.
Pienso entonces que debemos trascender esa estúpida indiferencia hacia los problemas de nuestra sociedad, porque justamente por esa indiferencia, personas con una falta sorprendente de pensamiento crítico, de empatía humana y de registro del otro, de repente terminan convirtiéndose en titulares de cátedra, presidentes de nuestro Colegio de Psicólogxs, o presidentes de nuestro propio país. Desmantelando las leyes que garantizan nuestra salud y nuestra educación, destruyendo los derechos de nuestros trabajadores y jubilados, debilitando nuestras economías, criminalizando la protesta social y estigmatizando a los referentes de las transformaciones sociales.
Parece que mientras los medios de comunicación se encargan de la cretinización vulgar, la universidad trabaja para la cretinización de alto nivel. No nos dejemos engañar tan fácilmente. No seamos tan insensatos en delegar las decisiones esenciales a sujetos tan desleales para con el bienestar común de la vida humana. Pensemos y reflexionemos, pero sobre todo actuemos. Sigamos organizándonos colectivamente frente al avasallamiento material y simbólico que se está perpetuando actualmente en nuestra sociedad. El pueblo seguirá saliendo a las calles para seguir alzando su voz en defensa de los oprimidos y oprimidas de nuestro tiempo. Ellos intentan silenciarnos, pero no se puede apagar el fuego de nuestras pasiones revolucionarias.
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