COMPLEXUS

Las instituciones del saber están atravesando una crisis profunda. Las contradicciones del sistema se rebelan ahora con mayor claridad. Los paradigmas tradicionales sobre el padecimiento subjetivo se resquebrajan ante las demandas de nuevas épocas. En este contexto, una práctica innovadora ha sido reducida a una técnica estereotipada, petrificada, sin lugar para la creación. La ortodoxia borra el espacio para la imaginación, pontifica que el pasado determina absolutamente el presente, ritualiza la diversidad (Horntein, L., 2007).   Todavía hay quienes siguen encadenados a estos viejos discursos academicistas, donde la rigurosidad científica se desvanece ante la arrogancia de quienes piensan que detentan una legitimidad cuasi-absoluta. La universalidad fáctica del discurso científico no es más que un particularismo burocrático de las instituciones que creen monopolizar la gestión del conocimiento. Es por eso que todo profesional que asuma su compromiso de servicio para con la com