PSICOLOGÍA DE LAS MASAS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN

UNA REFLEXIÓN DESDE LA TEORÍA CRÍTICA Y LA PSICOLOGÍA SOCIAL


1-     Teoría crítica y la industria cultural

1.1 Escuela de Frankfurt

En 1923 un grupo de neomarxistas alemanes insatisfechos con el estado de la teoría marxista, y en particular, con su tendencia hacia el determinismo económico, se agruparon en lo que se llamó la Escuela de Frankfurt en Alemania, como instituto de Investigación Social. Surge así como una corriente teórica impregnada principalmente del pensamiento de Hegel, Marx, Weber, Husserl, Heidegger y Lukacs (Muñoz, 2002).


Se puede señalar que la Escuela de Frankfurt tuvo como fin, por un lado, la crítica al capitalismo y a la cultura consumista de la sociedad occidental y, por otra parte, a las formas empiristas y positivistas de la sociología norteamericana (Paulín, 2013).

Se elabora así la denominada teoría crítica, que como expresa Horkheimer, afirma su propia orientación hacia la crítica dialéctica de la economía política. El punto de partida de la teoría crítica es por tanto el análisis del sistema de la economía de intercambio: <desocupación, crisis económica, militarismo, terrorismo; la condición de las masas – tal como es experimentada por ellas mismas – no se basa en las reducidas posibilidades técnicas, como pudo ocurrir en el pasado, sino en las relaciones productivas que han dejado de ser adecuadas a la situación actual> (1937).


1.2 Industria cultural

Uno de los desarrollos más elaborados de la Escuela de Frankfurt se vertebraron en torno a la denominada industria cultural, considerada por Adorno y Horkhaimer, como un sofisticado sistema multimediático: El cine, la radio, y la revista informativa componen un sistema que es uniforme en su conjunto y en cada una de sus partes. Incluso las actividades estéticas de orientaciones políticas opuestas coinciden en su entusiástica obediencia al ritmo del férreo sistema (Adorno y Horkhaimer).


Sobreviene así una intensa cultura de la imagen en donde los contenidos son subsumidos a la galantería de lo puramente estético, primando siempre el eficientismo productivo ante cualquier otro valor. Como expresa Wolf, la máquina de la industria cultural rueda sobre sí misma: ella es quién determina el consumo y excluye todo lo que es nuevo, lo que se configura como un riesgo inútil, al haber concedido la primacía de la eficacia de sus productos (2004).             


1.3 Pseudocultura y pseudoindividualidad: reducción del concepto de sujeto

La industria cultural se despliega a través de diversas corporaciones mediáticas, que responden mas a los intereses de sus conglomerados monopólicos multinacionales, antes que a los ciudadanos a quienes prestan su servicio. Se pretende así monopolizar el discurso y reproducir y distribuir toda una serie de prejuicios organizados que mantienen el denominado status quo de la sociedad. Para la teoría crítica no existe la asepsia comunicativa ni cultural. De esta manera, en el mercado de la cultura, se dirimen en la actualidad las contradicciones del sistema. Las superestructuras ideológicas son las encargadas de mantener la correlación de fuerzas a favor de los grupos concentrados de poder económico (Muñoz, 1989).

Al fin y al cabo, desde esta perspectiva gerencista-empresarial, la concepción de sujeto-cívico con derechos inalienables, es reducida al concepto de individuo-consumidor a quienes permanentemente la industria cultural satisface a través de su aparato multimediático. La administración económica de la cultura concuerda con la administración sobre los hombres. Las consecuencias de esta nueva forma cultural, elaborada por procesos industriales, se cierne peligrosamente sobre el conjunto de consumidores. La unidad de los contenidos, pese a su aparente variedad, absorbe las capacidades de los receptores: la vida real se hace indistinguible de las películas. La industria del espectáculo alienta cierto aturdimiento colectivo y moldea en tipologías a los consumidores de pseudocultura (Muñoz, 1989).  





La única lógica de orden que vale a la hora de administrar estratégicamente estas dosis informativas es la lógica indiscutible del mercado. La idea central consiste en la necesidad de dejar actuar a la libre competencia, en un mercado libre, y entre individuos que son libres de elegir. La idea se expresa más o menos en estos términos: <<Dejad que las gentes miren lo que quieran. Dejadlas libres de que puedan apreciar. Tengamos confianza en su sentido común. La única sanción aplicable a un producto cultural debe ser su fracaso o su éxito en el mercado>> (Mattelart, 1998).    


Vemos de este modo como el sujeto es reducido a un mero individuo consumidor. La individualidad es sustituida por la pseudoindividualidad: el sujeto se halla vinculado a una identidad sin reservas con la sociedad. La ubicuidad, la receptividad y la estandarización de la industria cultural hacen de la moderna cultura de masas un medio de inaudito control psicológico (Adorno, 1954).



  
   2-    Presente y Vida Cotidiana


2.1 Papel de los Medios de Comunicación en el contexto del Capitalismo Global 

La celeridad de los acontecimientos que se suceden en el seno de una sociedad supera muchas veces nuestra capacidad de teorización. Los fenómenos no solo se suceden actualmente en mayor magnitud y frecuencia, sino que en la disputa de sentido que se despliega hoy en día en todo diálogo humano, los medios masivos de comunicación ocupan un papel más que preponderante. En su labor como comunicadores sociales, estas corporaciones mediáticas distribuyen píldoras informativas  y  resuenan de diferentes y variadas maneras en la psique de los argentinos.   
    
De esta manera, los medios de comunicación imponen una especie de estereotipia uniforme, tanto en los contenidos audiovisuales que reproducen como en las tendencias de consumo que promueven: De este sistema, los que trabajan en él suministran explicaciones y justificaciones en clave tecnológica: el mercado de masas impone estandarización y organización. Los gustos del público y sus necesidades imponen estereotipos y baja calidad. Y, sin embargo, precisamente en este círculo de manipulación y de necesidad que se deriva de él, la unidad del sistema se estrecha cada vez más (Adorno y Horkhaimer).


2.2 Análisis del campo: Bourdieu y las voces del poder

El Modelo Mediático Hegemónico actual, como afirma el filósofo argentino Ricardo Foster, reproduce una retórica mediática irreflexiva. No informan, sino que confirman, no describen sino que decretan, y lejos de propiciar condiciones pre-reflexivas para el diálogo social posterior, se destilan prejuicios matizados por una galantería estética y neutral.  En vez de promover una plural discusión de las ideas, apuestan a la transmisión de un mensaje unidimensional. 

Por eso solo una sola voz es la que se permite en el campo mediático actual de la argentina: la voz del poder, y este es ejercido actualmente por la administración macrista. Como expresa Bourdieu, "la construcción del estado  es simultaneo a la construcción del campo del poder", es por eso que a partir de la conquista del aparato estatal, el macrismo puede ahora ejercer un poder sobre los otros campos (económico-cultural-jurídico-simbólico) y sobre la distribución de sus diferentes formas de capital entre las diferentes clases sociales.


En otras palabras, como afirma el pensador argentino Peter Capusotto, los medios de comunicación hegemónicos promulgan el establishment socio-económico que impone el capitalismo global. En nuestro país, el macrismo se a ocupado de seguir al pie de la letra y sin ningún tipo de rodeos, las directrices de las recetas neoliberales mas ortodoxas:     

  

REFLEXIONES FINALES

Desafíos en el seno de La Batalla Cultural

La ciudadanía argentina se embarca en un tiempo que exige desafíos múltiples. No solo exige una postura de diálogo, escucha y entendimiento colectivo, sino que exige también una postura de defensa inquebrantable de los derechos adquiridos. Ya millones de sujetos son conscientes de su contexto socio-histórico y se han convertido, de esa manera, en agentes activos en mejores condiciones de entender y transformar su mundo cotidiano 

Desde una visión psicosocial de perspectiva crítica, se visibiliza así un fabuloso intercambio de ideas desplegado en el seno de los diálogos cotidianos. Millones de nuevas discusiones que se efectúan día a día en los hogares argentinos, en parques y plazas, bares y aulas, se nutren de nuevos temas relacionados a la política y a lo político, y anudado a ello, se han reavivado debates en torno a la economía, al derecho, a la jurídica, y a la historia. Esta nueva magma de conversaciones diarias entre los sujetos que comparten esta "argentinidad" permite un activo proceso de intercambios simbólicos en la actual disputa social de sentido. Esta compleja urdimbre comunicativa que se establece entre los integrantes de una sociedad, se presenta como los relámpagos y agitaciones de una vibrante batalla cultural. Pienso que aquel íntimo intercambio de sentidos en el seno de los múltiples vínculos sociales, tendrá mayor peso que la retórica conservadora de los poderes mediáticos.

El tiempo dirá... el tiempo y la ardiente voluntad de una comunidad organizada.






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