LA POESÍA AUN NO ESCRITA
Nuestra tierra, nuestro único hogar común, esta sufriendo nuestra predación civilizatoria. Los estados responsables aún no quieren reconocer ninguna responsabilidad en asegurar la disminución de sus niveles de contaminación. El planeta podrá en última instancia recomponer su homeostasis ecológica, pero lo que peligra es la continuidad de la especie humana sobre su superficie.
Se precisa todavía de voluntad política y de conciencia planetaria para revertir un inminente colapso de la vida humana. Pienso que cuando las consecuencias catastróficas se sucedan en proporciones masivas, recién allí los estados reaccionarían de manera inevitable, pero quizás sea muy tarde.
A los conflictos bélicos, a la pobreza, a la desigualdad, a las crisis migratorias, a los enfrentamientos civiles y religiosos, se le suma también la crisis ecológica. El mundo agoniza. Y son tres los poderes que se presentan como los capaces de generar transformaciones estructurales en el seno de las sociedades contemporáneas: El poder económico, el poder militar y el poder político.
Los dos primeros ya tienen dueño y poseen un peso internacional importante pero lejos de proponer soluciones solo se dedican a mantener el status quo en complicidad del poder mediático (cuarto poder fáctico). Y el político, el mas democrático de todos, tiene todavía series dificultades para lograr una potente canalización de las voluntades humanas a nivel planetario.
El panorama es desesperanzador, pero en el seno de las máximas incertidumbres siempre esta la posibilidad de trabajar por lo improbable para hacer emerger de aquello lo imposible.
Confío y obro por esa poesía aún no escrita del ser humano...
Se precisa todavía de voluntad política y de conciencia planetaria para revertir un inminente colapso de la vida humana. Pienso que cuando las consecuencias catastróficas se sucedan en proporciones masivas, recién allí los estados reaccionarían de manera inevitable, pero quizás sea muy tarde.
A los conflictos bélicos, a la pobreza, a la desigualdad, a las crisis migratorias, a los enfrentamientos civiles y religiosos, se le suma también la crisis ecológica. El mundo agoniza. Y son tres los poderes que se presentan como los capaces de generar transformaciones estructurales en el seno de las sociedades contemporáneas: El poder económico, el poder militar y el poder político.
Los dos primeros ya tienen dueño y poseen un peso internacional importante pero lejos de proponer soluciones solo se dedican a mantener el status quo en complicidad del poder mediático (cuarto poder fáctico). Y el político, el mas democrático de todos, tiene todavía series dificultades para lograr una potente canalización de las voluntades humanas a nivel planetario.
El panorama es desesperanzador, pero en el seno de las máximas incertidumbres siempre esta la posibilidad de trabajar por lo improbable para hacer emerger de aquello lo imposible.
Confío y obro por esa poesía aún no escrita del ser humano...
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